Sucede demasiadas veces que una perra pare y después de pocos días muere de una infección generalizada sin que prácticamente se pueda hacer nada por salvarla. ¿Qué ha sucedido? Lo más probable es que haya contraído una metritis aguda, rápida infección bacteriana del útero causante de la inflamación del mismo.

La metritis aguda se presenta, en general, en el periodo post-parto inmediato y a menudo, se asocia con partos difíciles o prolongados y manipulaciones para intentar extraer los cachorros que por alguna razón se mantienen en el canal del parto. Pero es importantísimo saber que la metritis aguda también puede desarrollarse después de un parto normal.

En este último caso, podemos suponer que la infección ha sido debida a la retención de alguna placenta, fetos u otros tejidos, lo cual, es un medio idóneo de crecimiento para las bacterias que tienen el camino despejado para introducirse en el útero que aún continúa abierto. Estas bacterias se propagan rápidamente en la sangre causando una septicemia, infección gravísima y potencialmente mortal.

Pero, ¿Cómo podemos saber si ha quedado dentro del útero alguna placenta, feto o restos de tejidos? Pues muy sencillamente, que el veterinario haga una ecografía pocas horas después de terminado el parto y en caso afirmativo se puedan tomar las medidas oportunas para solucionarlo.

Hay criadores que acuden al veterinario antes del parto para que con una radiografía puedan saber cuantos cachorros está gestando la madre y así, una vez nacidos el número de cachorros vistos, quedarse tranquilos. Pero esta práctica tiene dos inconvenientes: 1º, en el caso de que la hembra esté gestando un número elevado de cachorros, se puede solapar la visualización de los mismos, de manera que se vea un número inferior al real; y 2º, obviamente no nos puede predecir si quedará alguna placenta o tejido dentro del útero.

En la Borda d'Urtx realizamos sistemáticamente tres actuaciones para evitar la metritis post-parto. La primera, cuando estimamos que el parto está en su mitad, inyectamos a la madre 1 cc. de gluconato cálcico por kilo de peso por vía subcutánea, con el fin de proveer a los tejidos del útero la energía suficiente para que pueda contraerse. Luego, al cabo de unos 20 minutos inyectamos 3 cc. de oxitocina, también por vía subcutánea para estimular las contracciones del útero. Más tarde, cuando estimamos que el parto ha terminado procedemos de la misma manera.

La segunda actuación que realizamos es, pasadas unas pocas horas de acabado el parto, acudir al veterinario para que le practique una ecografía con el fin de comprobar si queda algún feto, alguna placenta o restos de tejido y, en caso afirmativo, obrar de acuerdo con el criterio veterinario.

Y la tercera, es suministrar una medicina homeopática llamada Wombyl para ayudar a limpiar el útero de posibles restos de placentas o tejidos. La dosificación es 5 cc. cada 12 horas durante los 6 días siguientes al parto.

Practicando sistemáticamente este protocolo a lo largo de muchos años de cría, estamos evitando que nuestras madres sufran esta grave infección generalmente mortal.

JOAN FERRER i SIRVENT LA BORDA D'URTX 17538 URTX (Girona) CATALUNYA Telf: +34-629-61 33 99 e-mail: joanferrer@labordadurtx.org