¿A qué edad les viene el celo a las Montañas? Esta es una pregunta que se nos hace muy a menudo en la Borda. La respuesta solo puede ser orientativa ya que no hay fecha fija; una de las cosas que podemos hacer son estimaciones en base a la estadística y este es el resultado:

Otra pregunta no menos importante es si conviene o no, esterilizar a la Montañita si no se tiene intención de que deje descendencia, cual es el mejor método anticonceptivo, y a qué edad conviene aplicarlo, etc.

Entonces, antes de contestar a esta pregunta es mejor que veamos cómo será el ciclo sexual de nuestra pequeña que, siendo una raza gigante, le aparecerá más tarde que a las razas más pequeñas:

Prepubertad: período comprendido entre el nacimiento y el inicio del primer proestro.

Proestro: dura un promedio de 9 días, aunque es muy variable. Muestra tumefacción de los labios de la vulva y aparición de flujo sero-sanguinolento. La emisión de orina es más frecuente para diseminar feromonas para atraer a los machos, aunque generalmente no acepta la cubrición. La ovulación puede producirse hacia el final de este período.

Estro (celo): dura un período de 9 días, aunque es muy variable. Comienza cuando la perra admite el coito por vez primera y finaliza cuando lo rechaza. El flujo procedente de la vulva puede ser menos copioso y hemorrágico, aunque no siempre es así por lo que puede persistir hasta el fin del estro. La única manera de saber el momento de la ovulación es con frotis vaginal o comprobando el nivel en sangre de las hormonas LH y progesterona, de manera seriada. El esperma del perro puede vivir unos 7 días en el tracto vaginal de la hembra esperando la maduración de los ovocitos que se realiza a los 3 días después de la ovulación.

Metaestro (dioestro): comienza cuando la perra rechaza el coito por vez primera. Dura unos 60 días y termina cuando son mínimas las concentraciones de progesterona circulante. La vulva aparece gradualmente menos tumefacta y suele cesar el flujo sanguíneo, pero puede desarrollarse un flujo vulvar mucoide, como en la gestación.

Anoestro: Es el período de inactividad ovárica entre el metaestro o el de la gestación en su caso, y comienzo del siguiente proestro. Su duración puede ser muy variable, pues tengamos en cuenta, que las hembras que se mantienen juntas tienden a coordinar sus ciclos sexuales. En nuestro caso en la Borda d’Urtx, a veces nos encontramos con grupos de hasta 8 hembras que se “han puesto de acuerdo”, circunstancia que condiciona en gran manera nuestros programas de cría.

Volvamos a la gráfica para extraer la información que nos interesa (los porcentajes se muestran redondeados):

• desde los 8 a los 9 meses de edad solo 2 hembras han tenido su primer celo, 4%
• desde los 11 a los 15 meses de edad 30 hembras han tenido su primer celo, 72%
• desde los 16 a los 24 meses 11 hembras han tenido su primer celo, 26%

Esto significa que antes de los 8 meses de edad sería conveniente decidir el futuro sexual de nuestra hembra: sí o no, deberíamos esterilizarla.

Si la respuesta es afirmativa nosotros aconsejamos realizar la “ovariohisterectomía” que supone la extirpación del útero y de ambos ovarios. Básicamente por las razones siguientes:

• evita los problemas asociados con el “estro” (celo), es decir, flujo hemorrágico que en nuestra raza es muy llamativo, eliminación frecuente de orina, atención no deseada por parte de perros machos cuando la perra sale de casa.
• reduce las molestias y accidentes de tráfico originados si se escapa la perra y/o la atracción de perros macho en casa.
• previene gestaciones no deseadas.
• previene la piometra (infección bacteriana de tratamiento urgente cuyo pronóstico dependerá de la rapidez y eficacia de la terapia aplicada, siendo imprescindible identificar a la bacteria responsable.
• se evita las falsas gestaciones.
• reduce la incidencia de neoplasias mamarias si las perras son esterilizadas antes de su primer celo.
• se evitan metritis, neoplasias uterinas, torsión o prolapso uterinos.
• evitaremos que padezca enfermedades de transmisión sexual.
• ayuda al control de algunas anomalías endocrinológicas (diabetes) y neurológicas (epilepsias) así como algunos trastornos dermatológicos.

La tercera pregunta que se nos hace es a qué edad es más conveniente hacerlo. Hay autores que sugieren hacerlo antes de su primer celo porque se reduce la incidencia de tumores mamarios a casi cero. El factor de riesgo es del 8% cuando es retardada hasta después del primer celo y después de dos o más ciclos estrales, el riesgo se incrementa hasta el 26%.

• la castración de las perras antes de la pubertad es quirúrgicamente más sencilla y reducirá la probabilidad de complicaciones operatorias. Sin embargo, se apunta que aumenta la incidencia de obesidad, incontinencia, infantilismo genital o problemas hormonales como es el desequilibrio ovárico, sin embargo, la evidencia estadística de estos argumentos es débil.
• en base a ello, hay autores que aconsejan la castración tras el primer celo, justamente en la fase llamada “anestro” ya que sus ovarios están en reposo y las hormonas sexuales se mantienen a niveles bajos. Esto significa que los cambios hormonales serán menores y se minimiza el riesgo de la cirugía.
• otro aspecto, no menos importante, es el de no castrar a las hembras que presentan un temperamento miedoso o inseguro, si antes no hemos solucionado este comportamiento indeseado con métodos educativos, ya que entonces, este comportamiento se podría perpetuar.

Debemos comentar que no hay estudios concluyentes sobre el cambio de carácter o comportamiento de las perras esterilizadas, siendo la tendencia, más bien, que sean las mismas que antes de la cirugía.

Tampoco hay estudios concluyentes sobre el aumento del peso de las hembras esterilizadas, pero lo que sí sabemos, es que su organismo gasta menos energía al dejar de tener el celo y el menor esfuerzo que ello significa para el organismo. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es regularle la comida y el ejercicio para que no consuma más de lo que gasta.

Por último, decir que la decisión de esterilizar a nuestra Montaña es un gesto que no se debe tomar a la ligera, debemos sopesar los pros y contras, y en caso de duda hemos de consultar con los profesionales.