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NIMALES POTENCIALMENTE VENENOSOS PARA NUESTROS PERROS
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En este artículo no tratamos de enumerar exhaustivamente a todos los animales venenosos que pueden afectar a nuestros perros. Solamente citamos aquellos que son más corrientes en nuestras latitudes y que son más susceptibles de que entren en contacto con nuestros amigos. Tampoco nos referimos a otras especies animales que aún no siendo venenosas son muy peligrosas porque inoculan en sus picaduras virus, bacterias, parásitos y protozoos, como por ejemplo, las garrapatas, las pulgas y los mosquitos de la especie flebotomo.

VÍBORA.- Su toxicidad depende de la época del año (en primavera después de la hibernación la víbora dispone de más cantidad de veneno), del peso del perro y de su edad. En su picadura introduce todo un cóctel de substancias antagónicas: elementos hemorrágicos, aceleradores de la coagulación y anticoagulantes. Se producen reacciones hemolíticas y destructoras de los tejidos, trastornos de la coagulación y lesiones vasculares. En casos graves se han observado trastornos renales, lesiones hepáticas, pulmonares, del bazo e intestinos. En caso de picadura se ha de ir al veterinario de inmediato. Existe antídoto pero es el veterinario quien ha de evaluar el tratamiento.

ABEJA, AVISPA, AVISPÓN Y ABEJORRO.- La abeja hembra, presenta en el abdomen, en su parte posterior, una prolongación tubular que tiene una misión de taladro, empleándose en unas ocasiones para depositar los huevos en el interior de plantas o animales y en otras ocasiones como aguijón. Esta prolongación se halla en contacto con una glándula venenosa.

En el momento de la picadura, el aparato entero bascula unos 90º, con lo que se permite que la vaina del aguijón salga del abdomen. Cuando la vaina entra en contacto con el individuo, el aguijón se clava y el veneno es inyectado a una profundidad de 2 o 3 milímetros. El aguijón de la abeja es aserrado, con lo que una vez clavado, esta no puede retirarlo, se va a producir pues un desgarro, que en la mayoría de las ocasiones acaba con la muerte del animal.

La cantidad de veneno que inocula la abeja en cada picadura es de 0,2 a 0,5 miligramos. Luego de haber sido picado aparecerá una pápula que rodea la zona, por lo general existirá dolor.

En el caso de las avispas, el aguijón es menos dentado, con lo que puede ser retirado tras la picadura y el animal puede seguir picando, aunque la cantidad de veneno inyectado sea menor en cada ocasión.

Las picaduras de varios avispones pueden ser mortales especialmente para los cachorros por causar parálisis cardiaca y respiratoria.

Los abejorros introducen en sus picaduras, entre otras substancias, la serotonina que causa dolor y reduce la tensión sanguínea.

La inoculación directa del veneno en un vaso sanguíneo, da lugar a un descenso rápido de la tensión arterial, polipnea (disminución de frecuencia respiratoria), hiperperistaltismo intestinal y retardo en la coagulación sanguínea, lo que se atribuye a la inhibición de la tromboquinasa.

La picadura de estas especies si es única, es generalmente inocua (siempre y cuando el perro no sea alérgico), pero si el perro es atacado por un enjambre puede ser fatal.

La picadura se vuelve muy peligrosa si se produce dentro de la boca (por la costumbre de querer cazarlas), pues la hinchazón de la región de la laringe puede provocar la asfixia. En casos extremos se debe realizar una traqueotomía.

ORUGA PROCESIONARIA.- La hilera de orugas en movimiento puede llamar la atención del perro y al acercar su hocico a ellas o lamerlas puede clavarse sus pelos urticantes. También, puede suceder lo mismo al husmear un nido de orugas que se haya caído ya que en su exterior existen pelos urticantes de las mismas orugas.

Los síntomas más característicos son una inflamación edematosa de labios, cavidad bucal y cabeza en general. El animal empieza con una gran excitación, dolor e intenta rascarse, babeando exageradamente.

Nada más darnos cuenta de la intoxicación, lavaremos la zona con agua templada y jabón, ya que el calor destruye el tóxico llamado thaumatopina y acudiremos rápidamente al veterinario.

El mayor peligro existe si el contacto ha sido a nivel de la laringe, por producirse una reacción inflamatoria que puede llegar a asfixiar al animal, teniendo que realizarse rápidamente una traqueotomía. Puede haber también choques anafilácticos fatales por contagios sucesivos.


Si el contagio ha sido con la lengua, en la zona que ha estado en contacto con las orugas, se produce una necrosis, con un aspecto verdoso al principio, sialorrea (hipersecreción salivar) y luego va adquiriendo un tono negruzco hasta que al final se cae el trozo de lengua.

Durante este periodo que, dura aproximadamente 15 días, el animal no puede alimentarse, teniendo que ponerle incluso suero intravenoso o darle alimentos líquidos o semilíquidos, y en otros casos mediante sonda.

SAPO.- Hay distintas especies de sapos y su hábitat y toxicidad son también diversos. Las secreciones tóxicas de sus glándulas cutáneas son las que producen la irritación al entrar en contacto con las mucosas de los animales. Los signos clínicos son: salivación ligera a profusa, sacudida de cabeza, manoteos en la boca, arcadas y vómitos, de aparición inmediata ya que el veneno es muy irritante. También pueden aparecer las mucosas inflamadas, disnea (dificultad por respirar), cianosis, convulsiones, arritmias ventriculares i en casos muy extremos incluso la muerte. No existe antídoto. Lavar la cavidad oral con cantidades abundantes de agua evitando que la trague y acudir inmediatamente al veterinario para que ponga en marcha el protocolo de actuación.

ESCORPION.- Su picadura se produce a través del aguijón que tiene en el extremo de la cola. Básicamente inocula serotonina y neurotoxinas. La gravedad de la picadura depende de la toxicidad de la especie y del peso y edad del perro. Es necesario acudir al veterinario.

SALAMANDRA.- En la secreción cutánea de estos animales se han encontrado varios alcaloides que actúan sobre el sistema nervioso central, pero también tiene hipertensores y anestésicos locales. Externamente actúan de forma fuertemente irritante sobre las mucosas.

ESCOLOPENDRA.- Es un animal plano, alargado y dotado de múltiples patas a semejanza del ciempiés. En su extremo caudal posee dos especies de uñas o pinzas con las que inocula el veneno. Excepcionalmente puede provocar síntomas generales parecidos a los que produce un pequeño escorpión. No obstante, es aconsejable acudir al veterinario para evitar sobresaltos.

ARAÑA.- No existen en el Estado español arañas o tarántulas peligrosas. Sus picaduras no revisten gravedad y se pueden acompañar de una reacción inflamatoria local. Rara vez pueden aparecer otros síntomas, como una hinchazón del miembro afectado o dolores articulares. En estos casos es aconsejable acudir al veterinario para que establezca el tratamiento paliativo adecuado.

CONCLUSIÓN.- Cuando nos demos cuenta que algún animal ha picado a nuestro perro y tenemos dudas sobre si puede ser peligroso, lo más aconsejable es acudir al veterinario. En estos casos más vale pecar de prudencia que de ligereza.

 
JOAN FERRER i SIRVENT
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