El estándar de la Federación Cinológica Internacional (FCI) nº 137 modificado el 02-04-2011, dice lo siguiente sobre la cola del Montaña:

“Llega por lo menos hasta el corvejón. Es espesa y forma penacho, es llevada baja en reposo, con su extremidad formando gancho de preferencia. Se eleva sobre el dorso redondeándose fuertemente y solo su extremidad toca la grupa (haciendo la rueda “arroundera” según la expresión de los Montañeses Pirenaicos) cuando está en alerta”.
Y con respecto a sus defectos el estándar dice: “cola poco poblada, muy corta o muy larga, sin formar penacho, no haciendo la “rueda” cuando el perro está en acción o bien haciéndola continuamente cuando está en reposo”.

  
Leyendo estos párrafos parece quedar claro como debe de estar formada la cola y como ha de ser llevada. No obstante, las expresiones “en alerta” y “en acción” suscitan muchas veces debate cuando presentamos a nuestros perros en los “Certámenes de Morfología Canina” léase también “Exposiciones y Concursos de Belleza”.

La controversia surge en la interpretación que hace cada juez de estas expresiones. Hay jueces que delante de unos ejemplares con un tipismo y calidad semejante, priman la rueda pirenaica para establecer su calificación. Hay otros, que sabedores de la relatividad del porte de la cola, priman otros atributos importantísimos para las funciones por las cuales la raza ha sido seleccionada. Y por último, existen los que debido a animadversión o a intereses obscuros e inconfesables, se refugian en la falta de rueda para dejar vacío el punto de campeonato obligatorio aunque, por ejemplo, pocos meses antes -en septiembre de 2012- el mismo ejemplar haya sido calificado como mejor macho absoluto en la exposición más importante del mundo para esta raza, y más recientemente -concretamente este mes de febrero- haya obtenido el “Best in Show” en una exposición multirracial llevando precisamente el mismo porte de cola, dándose además, la circunstancia, que ha sido el primer Montaña que obtiene esta calificación en toda la historia de los certámenes caninos en España.

Para dilucidar dichas expresiones, voy a analizar lo que dice el diccionario de la Real Academia Española sobre estas dos expresiones:

 “estar en alerta”: 
1ª acepción: atento, vigilante.
2ª      “       : situación de vigilancia o atención.
3ª      “       : con vigilancia y atención.

“estar en acción”:
1ª acepción: ejercicio de la posibilidad de hacer.
2ª       “      : resultado de hacer.
3ª       “      : efecto que causa un agente sobre algo.
4ª , 5ª, 6ª.. : hasta un número altísimo de definiciones sin que en ninguna de ellas se  
                   mencione el “movimiento” explícitamente.

Entiendo que estas dos expresiones toman sentido cuando el Montaña está efectivamente haciendo las labores para las cuales ha sido seleccionado, ya sea guardando la finca o protegiendo la familia o el rebaño, pero obviamente por su misma naturaleza, muchas veces es dificultoso poderlo comprobar en un ring. Por lo tanto es absurdo que algunos jueces hagan tanto hincapié en querer descubrir una faceta muchas veces difícil de demostrar en un show.  

¿Alguna vez nos hemos preguntado cual es la situación del Montaña dentro del ring, como se debe sentir y cual es el rol que él cree que tiene que interpretar? Os diré lo que creo: el perro cuando está en una exposición y a su vez dentro del ring, está en un lugar desconocido y extraño, muchas veces con moqueta que para él es una rareza, lleno de gente y otros perros, a veces con un ruido ambiental y de megafonía ensordecedor, cansado muchas veces de un largo viaje, en definitiva está estresado. Y a esto hemos de añadir la subordinación a su dueño. Entonces, es obvio que está inmerso en una situación que está muy lejos de que él la perciba como una situación de alerta. Luego, dentro del ring, hacemos que trote y que a la vez lleve un porte altanero -y a esto muchos jueces lo interpretan absurdamente “estar en acción”- cuando lo cierto es solo “estar en movimiento”. Añadamos, que lo que realmente a él le interesa es acabar cuanto antes e irse de este improvisado circo. No obstante, aún teniendo todos estos factores en contra, milagro, muchas veces hace la rueda pirenaica dentro del ring.

Por otro lado, sabemos que el Montaña está dotado de una cierta inteligencia reflexiva y con un alto grado del sentido de la iniciativa. Debido a ello, si nosotros no lo acostumbramos desde cachorro al show de los concursos y exposiciones es difícil que él acepte de buen grado esta situación de desconcierto para él.

Yo he poseído y poseo innumerables Montañas y cada uno de ellos con un carácter bien definido y particular, y he sido testimonio y lo sigo siendo cada día, que cuando están verdaderamente en alerta y están ejerciendo la acción de guarda y protección no hay ninguno de ellos que no haga la rueda pirenaica. Aquí sí que podemos ver su verdadera alerta y acción y no en las exhibiciones que nosotros montamos para satisfacer nuestro ego y/o intereses.
 
Otro factor a tener en cuenta es el tipo de crianza que los criadores responsables estamos haciendo desde hace ya muchas generaciones de Montañas con respecto a su psiquismo, además como no, de sus características morfológicas. En este sentido, estamos seleccionando reproductores que se alejan de temperamentos tímidos o excesivamente dominantes, para evitar la deriva hacia la obtención de cachorros donde estos extremos podrían acentuarse de tal manera, que su convivencia en sociedad podría ser problemática. En definitiva, tratamos que nuestras líneas genéticas sean poseedoras de rasgos físicos y psíquicos extremadamente equilibrados.

Pienso que viene a cuento lo escrito por M. Alain Pecoult, -acreditado juez especialista internacional de nuestra raza y presidente de la “Reunión des Amateurs de Chiens Pyrénéens”- en la revista nº 97 de 2012 de esta asociación, con respecto a la rueda pirenaica de los Montañas que se presentan en las exposiciones: “Yo tengo una teoría..…El Perro de Montaña de los Pirineos es un perro muy seguro de si mismo y muy dominante, lo que se manifiesta generalmente por un porte de cola alto. Nuestros criadores han suavizado el carácter de nuestros perros que son por otra parte menos pendencieros de lo que eran. Estos perros menos “diamantes en bruto” son más fácilmente sumisos a sus dueños. Con correa, dentro del ring, ellos se ponen en “stand by”, de ahí las colas perezosas, pero se observa a menudo que apenas salir del ring, cuando la autoridad del dueño se relaja, la cola remonta automáticamente…..Es por esto que yo soy relativamente tolerante con este “defecto”. Esto no impide, que sepa apreciar el atractivo que comporta, cuando un Perro de Montaña de los Pirineos hace una verdadera y bella rueda pirenaica”.

Marzo de 2013