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UERPO DE ATLETA
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Cuando observamos a un Perro de Montaña de los Pirineos y nos impacta su presencia no se debe a la casualidad. Viendo la estructura de su cuerpo, comprobamos que cada parte del mismo esta conformada de manera que tanto en tamaño, forma y posiciones, guardan entre sí, una perfecta armonía. Si además, no nos conformamos con esta visualización y queremos saber las razones de esta maravillosa belleza de conjunto, no nos queda otra opción que analizar en profundidad todas las regiones de su cuerpo y buscar las relaciones que existen entre ellas.
La estructura del Perro de Montaña de los Pirineos es la de un auténtico atleta. Su posición y su desplazamiento en el espacio se debe sobre todo, a su esqueleto; a las distintas palancas de 1º, 2º y 3º grado de que se valen los huesos del mismo; y al sistema muscular que imprime la fuerza motriz necesaria.
Del cráneo que protege al cerebro y ciertos órganos de los sentidos, parte la columna vertebral constituida por las siguientes vértebras: 7 cervicales, 13 dorsales o torácicas, 7 lumbares, 3 sacras y de 20 a 22 caudales.
La columna vertebral recubre la médula espinal de donde nacen manojos de nervios que se reparten por todo el cuerpo y transmiten los impulsos de la periferia al cerebro (fibras sensitivas) y viceversa (fibras motrices).

CUELLO

Las siete vértebras cervicales corresponden al cuello. Este es una de las partes del cuerpo más buscadas cuando se pelean los animales, cobrando especial importancia en el caso del Montaña que debido a su labor de guarda de rebaños está más expuesto que otras razas a alos ataques del lobo, leopoardo, chacales, perros asilvestrados, etc.. Por ello ha de ser muy musculado y bastante corto, con papada poco desarrollada con lo que logrará fortaleza y movilidad. No nos confundamos con el gran collar de pelos que generalmente presentan los machos, precisamente para engañar al enemigo cuando quiere hacer presa. Su longitud medida desde la nuca hasta la cruz es inferior a la de la cabeza. La parte alta del cuello parece ligeramente convexa y esta unido a la cabeza por medio de una nuca bien resaltada. El cuello se lleva relativamente alto en forma de angulo de alrededor 45 gradoscon relación a la horizontal.

TRONCO

Las trece vértebras dorsales se prolongan por las costillas unidas al esternón en la región ventral; la caja torácica así formada protege de manera elásticalos órganos fundamentales como el corazón y los pulmones. La facultad de expansión de la caja torácica ha de ser grande porque la capacidad respiratoria y la dilatación pulmonar son muy importantes. Un buen tórax de Montaña deberá tener las costillas bien inclinadas de delante hacia atrás, suficientemente espaciadas, estar bien desarrolladas en longitud o altura y en anchura, pero solo ligeramente arqueadas. Este último punto es muy importante porque unas costillas demasiado arqueadas (tipo tonelete), son menos flexibles y restan capacidad respiratoria. Sin embargo, todo el conjunto nos ha de dar un pecho ancho y profundo pero no demasiado descendido.
Creo que es interesante transcribir y subrayar algunos párrafos del artículo que M. Alain Pecoult escribió en el Boletín nº 46 de la RACP en Octubre de 1995, refiriéndose al pecho del Montaña:

"....forzando un poco los rasgos, el defecto del criadero anglosajón es el pecho del Terranova y el defecto del criadero francés es el pecho de lebrel. Todo el problema viene de que nuestro Perro de Montaña de los Pirineos es un lupo-molosoide, es decir que tiene las características de un moloso (Terranova, San Bernardo, etc.), pero también las características de un lupoide (perros de pastor en general). De moloso tiene la talla, el hueso; de lupoide tiene una cabeza más bien ligera, "una cierta elegancia" y las costillas ligeramente redondeadas, que nos hacen volver al pecho. En los molosos las costillas son muy redondeadas, el pecho es de forma de tonel (para esquematizar); en los lupoides es más gótico que romano, más alto que ancho en todo caso. Esto se traduce, en un perro visto de frente, por un pecho no demasiado ancho en nuestros Montañas, pero con el espacio suficiente entre las patas para que pase la mano plana. Visto de frente, un mal pecho da la impresión que las patas se juntan formando como el vértice de una "A". Un buen pecho parecerá más bien una "M" (sin embargo, no demasiado ancha y sobre todo con unos palos muy largos), es decir, que el esternón es bien visible entre las patas, sin descender por debajo del nivel de los codos.
Actualmente se ven unos perros en nuestros rings, cuyos pechos son incontestablemente defectuosos, y no nos durmamos, -pues de hecho también tenemos perros del todo excelentes-, estemos solamente vigilantes".

Siguiendo hacia atrás del cuerpo del perro, encontramos las siete vértebras lumbares que juntamente con las anteriores conforman el dorso que es de buena longitud, ancho y sostenido con el perfil superior perfectamente rectilíneo. La zona de los riñones es ancha, musculada y tan larga como ancha. Los costados están poco descendidos y el vientre no esta recogido, se remonta ligeramente de la región costal siguiendo la curva del esternón y del apéndice xifoideo.
A continuación tenemos las tres vértebras sacras que juntamente con el hueso coxal definen la grupa, ligeramente oblicua, formando un ángulo alrededor de 30 a 35 grados con la horizontal. Las caderas son bastante salientes.
El dorso ensillado, encarpado y el vientre recogido como los lebreles constituyen defectos, del mismo modo que una grupa más alta que la cruz; en este caso el perfil superior del tronco se sumerge hacia adelante.

COLA

A continuación de las vértebras sacras, llegamos a las vértebras caudales que, en número de 20 a 22 dan consistencia a la cola. Es bastante larga y su extremidad está ligeramente acodada -muchas veces en forma de gancho en espiral lo cual es un signo de ancestrabilidad- llegando al menos a la altura del corvejón cuando el perro la tiene en reposo. Su inserción es mas bien baja y está poblada de un pelo espeso y largo formando penacho. Cuando el perro está en acción, atento o excitado, la levanta sobre el dorso formando la "rueda pirenaica", una posición muy característica de esta raza. No debe reposar sobre el dorso, ni estar desviada a derecha o izquierda, tocando sólo ligeramente con los pelos de su extremidad la región renal.
Esta posición nos informa de su estado de ánimo cuando está superexcitado o supervisando el territorio que guarda, o quiere demostrar su superioridad a sus congérenes, o tomar una actitud amenazante. Esta posición, unida al erizamiento de los pelos que pueblan el cuello y la cruz, le confieren mayor volumen, con el consiguiente efecto disuasorio que ello representa.
Generalmente, cuando el perro está en un ambiente habitual y goza de un perfecto equilibrio psíquico y no tiene ningún defecto estructural en su cola, ésta responde rápidamente a dichos estímulos y en cambio, vemos que a veces no toma esta actitud en los rings. En muchas ocasiones se ha polemizado sobre ello, por si puede representar una cierta timidez. En mi opinión se ha de dar una importancia relativa a este hecho, dado que esta reacción entra dentro de lo normal si tenemos en cuenta que se puede encontrar desorientado e impresionado por la presencia no habitual de sus propios congérenes y por el bullicio propio de toda exposición o concurso.

HOMBROS

correcto
ensillado
encarpado
grupa alta

Los hombros son medianamente oblicuos y la inclinación de su sustento óseo, los omoplatos o escápulas respecto a la horizontal, es de 50 a 55 grados. Unos hombros demasiado oblicuos proyectan al perro hacia delante y, en consecuencia provocan un desplazamiento del centro de gravedad que lo obliga a llevar la cabeza baja y a adoptar una marcha rasante.
Las partes superiores de los omoplatos están bastante espaciadas entre sí, este espacio está recubierto de manojos de fibras musculares que conforman la "cruz" del animal. Los omoplatos tienden a estar paralelos al plano vertical del tronco.

MIEMBROS ANTERIORES

Los miembros anteriores podemos diferenciarlos en las siguientes partes: brazo, antebrazo, carpo, metacarpo y pie.

aplomos correctos
pies abiertos
pies cerrados - codos abiertos
carpos desviados
metacarpos correctos
matacarpos excesivamente inclinados

BRAZO

Su base ósea es el húmero, unido por su parte superior al omoplato, formando con éste un ángulo aproximado de 110º. Partiendo de arriba, está inclinado de delante hacia atrás.

ANTEBRAZO

Cuya base ósea está formada por el cúbito y el radio. Su parte superior está unida al brazo por el codo que se encuentra a la altura del nivel inferior del pecho. La parte inferior termina unida al carpo. El antebrazo ha de ser derecho y fuerte y su piel recubierta en la parte posterior de abundantes y largos flecos, siendo el pelo de la cara anterior muy corto, casi raso.

CARPO

Está compuesto por una hilera de varios huesecillos que articulan el radio con el metacarpo.

METACARPO

El metacarpo o "paturon" (en voz francesa) está ligeramente inclinado de atrás hacia delante. Su misión consiste en amortiguar el peso del animal en movimiento, durante la fase de apoyo. Sin embargo, esta inclinación no debe ser demasiado pronunciada, pues denotaría una relajación anormal de los ligamentos articulares, lo que restaría eficacia y elegancia en el movimiento. En la parte inferior lleva articulado el único espolón delantero.

PIE

El pie es ligeramente ovalado, poco largo y compacto y los dedos en número de cuatro, son fuertes, cerrados y ligeramente arqueados. Las uñas son robustas y bien implantadas, se las prefieren pigmentadas de negro o marrón oscuro, pero este color se encuentra raramente, sin embargo las más corrientes son las de color blanco.

ANGULACIONES DELANTERAS

Cuando hablamos de angulaciones delanteras nos referimos al ángulo formado por el omoplato y el húmero (ABC) y al formado por éste y el radio (BCD) según se puede ver en la figura nº 1.
Cuantos más grados tengan estos ángulos, diremos que son angulaciones abiertas o poco anguladas y cuantos menos grados angulaciones cerradas o muy anguladas.
Son defectos las angulaciones demasiado abiertas o cerradas, tomando como referencia los grados mencionados anteriormente del omoplato respecto a la horizontal (de 50 a 55 grados) y de éste respecto al húmero (110º).
Desde el punto de vista funcional, unas angulaciones correctas darán un movimiento elástico y elegante, con buena toma de terreno en cada paso, o lo que es lo mismo, el perro recorrerá más espacio por paso dado. Además, el conjunto de su estructura se verá favorecida.
Existe la controversia respecto a si es preferible unas angulaciones medias, tanto delanteras como traseras, o si es mejor unas angulaciones traseras excelentes y delanteras medias o justas, o viceversa. En este sentido no hay respuestas absolutas, quizá se tendría que analizar caso por caso. No obstante, el sentido común nos dice que posiblemente, unas angulaciones medias, tanto anteriores como posteriores, darán un movimiento más equilibrado en su conjunto.

APLOMOS DELANTEROS

Entendemos como aplomos delanteros la dirección que toman los miembros anteriores que, vistos desde delante, han de estar en una misma línea vertical sin desviaciones laterales. Vistos de perfil, la proyección vertical de la articulación escápulo-humeral, roza la parte delantera de los dedos, mientras que la proyección vertical de la parte superior del omoplato o escápula roza el codo. El antebrazo, visto de perfil, ha de formar una línea completamente vertical.
Son defectos los codos abiertos (mirando hacia fuera), pies cerrados (mirando hacia dentro), pies abiertos, (mirando hacia fuera) y cualquier posición que tome el antebrazo que no sea la vertical ç, tanto de frente como de perfil.

1.Escápula
2.Húmero
3.Cúbito
4.Radio
5.Carpo
6.Metacarpo




MIEMBROS POSTERIORES

Las partes que configuran los miembros posteriores o también llamado tren trasero, son las siguientes: muslo, pierna, tarso, metatarso y pie.

MUSLO

El muslo será robusto, bien musculado y no muy largo. El hueso que lo sustenta es el fémur, inclinado de atrás hacia adelante que en su parte superior se introduce en el acetábulo del hueso coxal o cintura pelviana.

PIERNA

Formada por potentes músculos sustentados por la tibia y el peroné, unidos por su parte superior al fémur, por la rodilla y por su parte inferior al tarso. La pierna ha de ser fuerte y notablemente inclinada de adelante hacia atrás. La región que cubre el muslo y la pierna está recubierta de abundante subpelo en su parte exterior, formando además, en su parte posterior una franja
de largo y abundante pelo llamada calzón.


TARSO

También llamado corvejón es un conjunto de huesecillos que articulan la pierna con el metatarso.

METATARSO

Une el tarso con el pie. Esta ligeramente inclinado de atrás hacia adelante y ha de ser grueso, fuerte y muy sólido. Tiene un papel preponderante en la amortiguación del peso del animal. En su parte baja interior lleva insertados dos espolones fuertemente constituidos y generalmente en su parte posterior se presenta adornado de un espeso fleco de pelo.

PIE

Unido al metatarso es parecido al del miembro anterior pero un poco más ovalado, conservando su compactibilidad y fortaleza. Los dedos en número de cuatro, son cortos, fuertes, cerrados y ligeramente arqueados, terminados en consistentes uñas. Entre ellos se aprecia como con los de la pata delantera una membrana interdigital.

ANGULACIONES TRASERAS

Observamos tres ángulos en el tren posterior a saber: ángulo coxo-femoral (D E F) que es el formado por el hueso coxal y el fémur. El ángulo fémur-tibial formado por el fémur y la tibia (E F G). Y el ángulo tibio-metatarsiano o ángulo del corvejón (F G H). Como en otras muchas razas de tipo molosoide estos ángulos tienden a ser bastante abiertos, incluso en ocasiones se da el caso que el ángulo tibio-tarsiano llega al valor límite de 180º. Esta es una tendencia que hemos de combatir con tenacidad pués no solamente provoca un movimiento defectuoso (rigidez e inflexibilidad en la marcha) sino que además eleva la grupa y sumerge el dorso hacia la espalda, dando lugar a un desequilibrio en el reparto del peso del animal, pudiendo provocar con ello diversidad de problemas, tanto articulares como locomotrices. Se acepta que el valor óptimo respecto al ángulo tibio-metatarsiano oscila alrededor de los 150º.

APLOMOS TRASEROS

Vistos desde atrás, unos buenos aplomos se traducen por unas patas derechas y paralelas, sin desviaciones en toda su longitud con respecto a la vertical. Son defectos las siguientes posturas: convergencia o divergencia de las patas con relación al suelo, en estos casos decimos que son aplomos cerrados o abiertos respectivamente. Desviaciones de los pies hacia dentro acompañado de separación entre sí de los corvejones. Desviación de los pies hacia fuera, lo que lleva implícito el acercamiento de los corvejones. En el primer caso tendremos corvejones abiertos y en el segundo, cerrados. Todos estos defectos se pueden manifestar en un solo miembro o en ambos a la vez.

corvejones correctos
corvejones cerrados
corvejones abiertos
aplomos defectuosos
aplomos correctos

Vistos de perfil, serán unos aplomos correctos aquellos en que la proyección vertical de la punta de la nalga caiga precisamente delante del pie. Será defecto si esta proyección cae justamente sobre o detrás del pie.

Dibujos
: José Luis Ucher Ferrer
 
JOAN FERRER i SIRVENT
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