Empezando por el principio, nos encontramos con unos aficionados que se unen para conservar y fomentar una determinada raza de perros, las razas de su región o todas las razas existentes. Así nacen los clubes, asociaciones caninas, federaciones nacionales e internacionales.

Partiendo de la unidad básica de una sola raza y en función de su utilidad, se creó una selección de perros que eran los mas representativos de ella y aunando sus características se hizo el estándar, que podríamos decir que es la definición mas exhaustiva de las peculiaridades de cada raza.

Con el tiempo, las razas se pueden extender, extinguir o degenerar en función de las modas, la utilidad o incluso, los cruces indiscriminados.

¿Cómo podemos volver al estándar? seleccionando sementales y hembras cuyas virtudes, carácter y topología nos recuerden a estos primeros perros que formaron la raza.

Es aquí donde toman importancia las exposiciones caninas, porque en un solo día se pueden ver y comparar varios ejemplares de una vez, sin necesidad de recorrer kilómetros y kilómetros para ver tal o cual perro del que nos han hablado.

Hasta aquí podríamos estar hablando de una feria de ganado, las cuales, indudablemente, cumplen su cometido y son verdaderamente importantes para los ganaderos. Pero en una exposición canina hay diferencias, quizás la más importante sea la figura del juez.

Este es, en primer lugar, un entendido que revisará cada ejemplar y juzgará cuales son (siempre bajo su punto de vista) los que más se acercan al estándar, eliminando ejemplares con defectos descalificatorios o que indiquen mestizaje.

Para los nuevos aficionados son una escuela para aprender y saber distinguir entre un "perro bonito" y un típico perro de determinada raza e ir conociendo matices, detalles importantes, etc.