Reproducimos a continuación un artículo aparecido en "La Vanguardia" que nos informa de la actualidad de los osos en el Pirineo. A pesar de que su número está bajo mínimos, tenemos la esperanza que la administración francesa vuelva a coger la iniciativa de hacer nuevas reintroducciones y "obligue" a la Generalitat a salir de su pasividad motivándola a hacer una auténtica política de reintroducción que tendría que ir unida a la confección de unos programas de restauración y de conservación del oso en los Pirineos, similares a los que han hecho nuestros vecinos del norte..

ENCANTADOS DE VIVIR EN EL PIRINEO
Siete años después de la reintroducción, los osos se afianzan en la cordillera

Los expertos hablan de una "población pirenaica" al constatar contactos entre dos grupos aislados, pero admiten que a largo plazo no hay futuro sin otra reintroducción.

"Caramelles" y "Boutxy" han sabido sobrevivir a la muerte de su madre cuando tenían ocho meses.

ANTONIO CERRILLO - 20/02/2004.

Barcelona.- Siete años después de iniciarse la reintroducción del oso pardo en la zona central del Pirineo, los dos ejemplares eslovenos supervivientes y sus descendientes muestran una favorable aclimatación en estos bosques de Montaña. Los técnicos del Departament de Medi Ambient consideran que en ambas vertientes fronterizas hay actualmente 13 ejemplares, aunque el Ministerio de Medio Ambiente francés apunta que su número puede alcanzar los 15 individuos. Un insuficiente número de ejemplares y la consanguinidad son, sin embargo, amenazas sobre el futuro de esta especie en el Pirineo.

La llegada de "Ziva", "Pyros" y "Melba" -los tres osos eslovenos- en 1996 y 1997 permitió cubrir el hueco dejado por la desaparición de los últimos ejemplares autóctonos en la zona central de los Pirineos, de manera que se creó un segundo núcleo en principio aislado del último reducto de plantígrados existente en la zona atlántica (Bearn y Navarra).

El seguimiento de los osos a lo largo de estos años ha permitido comprobar que ambos núcleos de animales han tenido más contactos e intercambios de los que cabría esperar, hasta el punto de que "hoy en día podríamos hablar de una población pirenaica", según explica Jordi Ruiz-Olmo, jefe del servicio de la protección de la fauna de Medi Ambient. "Hasta hace un año, podríamos hablar de núcleos diferenciados, pero hoy la realidad es que es una única población", agrega.

Los movimientos de los osos eslovenos y de los ejemplares autóctonos indican una amplia ocupación del territorio. Uno de los descendientes de los osos eslovenos, "Neré", se ha ido hacia la zona occidental atlántica habitada por los cuatro osos autóctonos, mientras que otros dos descendientes, ("Kouki" y "Boutxy") se han desplazado preferentemente hacia el macizo del Carlit, en el territorio francés situado al norte de la Cerdanya y Andorra. Los restantes se mueven por la zona central (Val d'Aran, Benasque y Pallars).

Numerosas evidencias prueban una buena aclimatación a los hábitats del Pirineo. Dos "inmigrantes de segunda generación", "Caramelles" y "Boutxy", pudieron sobrevivir a la muerte de su madre ("Melba") en 1997 pese a que entonces sólo tenían ocho meses y el número de crías en las camadas se considera alto. En Catalunya, además, han podido disfrutar de una dieta variada compuesta en sus dos terceras partes por vegetales y el resto, por insectos y vertebrados. Además, han sabido mantenerse lejos de zonas urbanas y carreteras, según han documentado Santiago Palazón y otros especialistas.

El instinto de supervivencia no les ha fallado. La única hembra joven -"Caramelles"-, hija de "Melba" y "Pyros", nacida en 1997, se quedó preñada con sólo tres años, aunque su osezno murió en el 2001 al precipitarse por una cascada. La precocidad de "Caramelles" se considera un hecho normal "en poblaciones con pocos individuos, que tienen mucha comida y en las que hay escasa competencia", recuerda Ruiz-Olmo. Los osos han podido desarrollar los típicos mecanismos de encuentro. Los largos trayectos del macho en busca de la hembra en época de celo permiten que, cuando se topa con la senda por dónde ha transitado ella (aunque hayan pasado varios días), pueda seguir su rastro hasta hallarla.

Santiago Palazón precisa, sin embargo, que la población de osos del Pirineo sigue siendo "muy pequeña", por lo que su futuro sigue estando comprometido. "Para que una población de osos sea viable se necesitan 80 0 100 individuos", destaca Ruiz-Olmo. Uno de los problemas que más preocupan es la consanguinidad, que a la larga puede causar una reducción de la fecundidad. Los ejemplares liberados originarios de Eslovenia estaban emparentados entre sí, lo que podría incrementar los cruces familiares. Por eso, Santiago Palazón recomienda que, si se aprueban nuevas reintroducciones, las capturas se hagan de osos en zonas alejadas entre sí para evitar la consanguinidad.

Los análisis genéticos demuestran, en este sentido, que los dos hijos de "Ziva" nacidos de un mismo embarazo en 1997 correspondían a machos diferentes. Uno de ellos ("Nere") era hijo de "Pyros", mientras que el otro ("Kouki") tenía padre desconocido ("Ziva" llegó preñada). Que una misma hembra pudiera tener crías en una misma camada de diferentes machos no se había constatado antes en Europa, pero sí en los osos grizzlies de Norteamérica. Los cruces familiares ya se han dado en el Pirineo. La cría que tuvo "Caramelles", y que murió en el 2001, tenía un padre "Pyros", que era a la vez su abuelo, pues tuvo "relaciones incestuosas" con su hija.

También se sabe por diversos testimonios que "Ziva" tuvo dos crías hace más de dos años -aunque Francia sospecha que en total ha tenido cuatro- y que "Caramelles" gestó el año pasado otro osezno, aunque no se han podido obtener las pruebas definitivas.

Medi Ambient dispone de una red de seguimiento que incluye itinerarios periódicos para observar a los animales, además de recoger datos de testigos. Ahora, además, prevé organizar "trampeos" fotográficos y colocar trampas de pegamentos en los árboles para recoger el pelo de los osos y así poder hacer las pruebas de ADN.

Pero no puede decirse que el oso esté salvado en el Pirineo porque ni en Francia ni en España ninguna Administración afectada ha decidido dar luz verde a nuevas reintroducciones, vista la oposición que aún despierta en algunos sectores la presencia del oso. Una iniciativa de este tipo requeriría de un acuerdo conjunto a un lado y otro de la frontera.

Pierre Ives Quenette, responsable del seguimiento de los osos en el Ministerio del Medio Ambiente francés, recuerda que "la población del Pirineo de osos no es viable a largo plazo", ya que "las probabilidades de extinción son elevadas en 100 años". La escasez de ejemplares, la poca presencia de hembras reproductoras y una demografía muy frágil no permiten que esta especie tenga aún su horizonte completamente despejado, destaca.

Mientras tanto, la política de la Generalitat sigue siendo mantener el seguimiento de los animales, pagar lo antes posible a los ganaderos que hayan sufrido daños, intensificar la divulgación y subvencionar a los ayuntamientos para conservar los bosques (82.700 euros año): hacer que todos estén encantados.