P
UESTA AL DIA DE LA PARVOVIROSIS CANINA
www.labordadurtx.org >> divulgación >>

Cortesía de la R.A.C.P.
Dr. Philippe Pierson
(Traducción de Joan Ferrer)

El Dr. Pierson ha escrito este artículo cuando trabajaba en la Escuela Nacional Veterinaria de Alfort, Unidad de Medicina de la Crianza y del Deporte (U.M.E.S).

DEFINICIÓN

La parvovirosis es una enfermedad viral, inscrita en la lista de vicios redhibitorios* en la especie canina, y conocida en los criaderos franceses desde más de 30 años. La parvovirosis salvaje (CPV-2) ha dejado plaza a los subtipos CPV 2-a y CPV 2-b (respectivamente 72% y 28% de casos de parvovirosis en Francia).
PREDISPOSICIONES
Desde la generalización de la vacunación en el criadero, sólo los cachorros están amenazados por la parvovirosis durante el período crítico que va de las 5 a las 12 semanas. Este período de receptividad residual es más precoz para un cachorro de raza grande en el que la eliminación de los anticuerpos calostrales es más rápido que en un cachorro de raza pequeña. Además, la velocidad de desaparición de anticuerpos calostrales en el cachorro es proporcional a la tasa de anticuerpos de su madre en el momento del parto. Estos dos parámetros (formato de la raza e inmunidad maternal) explican la variabilidad del período crítico de los cachorros en el criadero.

SÍNTOMAS

La parvovirosis se traduce habitualmente por una anorexia (pérdida del apetito) seguida de vómitos incoercibles y luego, de una diarrea nauseabunda a veces teñida de sangre negra señalando un daño en el intestino delgado. Otras formas menos clásicas de parvovirosis pueden provocar ya sea una muerte fulminante sin síntomas (forma llamada sobreaguda), ya sea, al contrario, una forma atenuada con remisión espontánea de los síntomas al cabo de una semana. Los cachorros que se recuperan no presentan generalmente ninguna secuela digestiva.

MODOS DE CONTAMINACIÓN

La parvovirosis hace estragos todavía al permanecer en estado endémico pues el virus puede resistir más de un año en el medio exterior. Si bien los excrementos son los más ricos en partículas virales, todos los soportes tales como el pelaje de los perros, los zapatos, las moscas, los roedores o los utensilios de limpieza pueden vehicular pasivamente el virus de un perro a otro o de un criadero a otro.

INCUBACIÓN

Aunque la expresión del parvovirus sea esencialmente entérica, es por vía sanguínea que ataca el tracto digestivo. El virus penetra por la vía oronasal y la incubación (plazo entre la contaminación y los primeros síntomas) toma una media de 3 a 5 días. El virus se multiplica en las células que se renuevan rápido como los enterocitos (erosión en los bordes en forma de cepillo), los leucocitos o las células del timo y de la médula ósea. La leucopenia (disminución del número de glóbulos blancos) responsable de la inmunodepresión, presente en el 60% a 70% de los casos, puede alcanzar 400 leucocitos/ml. Ella concierne sobretodo a los linfocitos (linfopenia) pero a veces a toda la línea blanca (panleucopenia).

RESISTENCIA

El parvovirus resiste a los pH ácidos inferiores a 3, lo que explica principalmente su resistencia al jugo gástrico. Para eliminarlo del medio exterior será necesario aplicar desinfectantes alcalinos (lejía, cloramina al 3%, formol al 1%). El glutaraldéhido (TH4+, Aseptol, Romanol) es muy eficaz contra CPV pero su toxicidad limita su empleo si contacta con los animales.
DIAGNÓSTICO

En caso de parvovirosis, los exámenes clínicos, hematología o necropsia (autopsia) aportan solo elementos de sospecha. La histología (examen de los tejidos) revela una severa abrasión de las vellosidades intestinales, una reacción del glangio mesentérico que drena el tubo digestivo y, excepcionalmente, una endocarditis (inflamación del endocardio) en los cachorros muy jóvenes que no han tomado el calostro maternal o nacidos de una madre no vacunada.
La certidumbre del diagnóstico se encuentra en el animal enfermo o muerto por la evidencia del virus en las heces dentro de los 3 o 4 primeros días que siguen a la aparición de los síntomas (pico de excreción máxima). La presencia de anticuerpos anti- PVC en el suero no es un buen testimonio de la infección si el cachorro ya ha recibido una vacuna conteniendo una valencia "parvo" pues es imposible al laboratorio hacer la distinción entre los anticuerpos producidos por la vacuna y los anticuerpos post-infecciosos. Existen kits veterinarios que permiten hacer rápidamente el diagnóstico a partir de una simple muestra de heces. Sin embargo, este test puede ser negativo sobre ciertas parvovirosis agudas (en caso de cachorros muertos de parvovirosis) o después del período de excreción máxima.

TRATAMIENTO

Ningún tratamiento específico existe hoy en día. Los tratamientos paliativos (sueroterapia, tratamientos
gastro-intestinales, modificadores de la motricidad digestiva, medidas dietéticas, etc.) son efectuadas en hospitalización por el veterinario.
Los antibióticos son inactivos contra el virus pero permiten luchar contra las sobre infecciones digestivas y luego contra las septicemias (principalmente bacterias Gram negativas y anaerobias). Sin embargo, las bacterias pueden igualmente revelarse patógenas por las toxinas que excretan. Esta es la razón por la cual un laboratorio americano (IMM-VAC) recientemente ha puesto a punto un suero (Septisuero) contra las endotoxinas bacterianas más patógenas. Este laboratorio habría señalado que la tasa de mortalidad en los cachorros pasaría del 48% en ausencia de tratamiento al 17% en los cachorros tratados con la ayuda de este suero. En espera de la eventual comercialización de este suero en Francia, la transfusión o la sueroterapia a partir de la sangre de cachorro convaleciente o de madre hiperinmune parecen dar los mejores resultados. En efecto, la tasa de anticuerpos protectores es siempre superior después de una infección natural que después de una vacunación.

PRONÓSTICO

La experiencia empírica muestra que la reanudación del apetito en los cachorros enfermos es un buen signo anunciador de curación...Por otra parte, la severidad de la leucopenia parece ser un factor agravante del pronóstico en un cachorro aquejado y permite considerar la oportunidad de una transfusión.

VACUNACIÓN

En ausencia de riesgos (ningún caso de parvovirosis acaecido en los alrededores directos del criadero; pocos contactos de los cachorros en exposición), el protocolo clásico preconizado por los veterinarios es suficiente (primo vacunación en dos inyecciones parvo en 3 semanas de intervalo a partir de la edad de dos meses; una sola inyección cuando el cachorro tiene más de 3 meses). En criadero infectado, el veterinario utilizará una vacuna monovalente (conteniendo la valencia parvo solamente) supertitulada (título de antígenos muy superior a las vacunas clásicas) y utilizable bajo inmunidad calostral (compatible con la persistencia de anticuerpos de origen maternal). Varias vacunas responden actualmente a estos criterios. Una dosis se inyectará una semana antes de la fecha de aparición media de lo síntomas en los cachorros. Estas inyecciones se repetirán todas las semanas hasta la edad de 12 semanas (edad en la cual todos los anticuerpos de origen calostral susceptibles de interferir con la vacunación han, en principio, desaparecido). No obstante, un cachorro nacido de una madre habiendo tenido una parvovirosis menos de un año antes (caso de las jóvenes primíparas), corre el riesgo de quedar refractario a la vacunación clásica hasta la edad de 18 a 20 semanas!. Este protocolo de vacunación será mantenido sobre un período de dos años.
La parvovirosis siendo un vicio redhibitorio, debe ser imperativamente diferida la venta de los cachorros en tanto que la epidemia no haya sido dominada.

PREVENCIÓN SANITARIA

Cuando se diagnostica un caso de parvovirosis en un criadero con certidumbre, el criador debe reaccionar rápidamente y con método, tomando las precauciones siguientes:
1- Imponer el uso de sobrebotas a la entrada del criadero. Estas sobrebotas se quitarán a su salida.
2- Concentrar las medidas de higiene sobre los cachorros en el período crítico.
3- Limpiar los locales de riesgo en tres tiempos (detergente, enjuague, desinfección): la elección de los desinfectantes se llevará a cabo sobre productos alcalinos aceptados virucidas.
4- Lavar a todos los animales que hayan estado en contacto con el virus y tratar el agua de aclarado con lejía.
5- Baño esterilizador con lejía (2 gotas de lejía por litro de agua a 12º clorométricos en el agua de enjuague) de las madres gestantes al entrar en maternidad y aislamiento sanitario de la maternidad.

CONCLUSIÓN

La parvovirosis es más que nunca una enfermedad de actualidad (12% de las llamadas a la UMES en 1997 por "diarrea del destete"). La existencia insalvable del periodo crítico en el cachorro (periodo de transición entre la inmunidad calostral pasiva y la inmunidad activa de la vacuna) explica la persistencia de esta virosis en ciertos cachorros a pesar de la aplicación rigurosa del protocolo de vacunación clásica. El periodo refractario a la vacunación se extiende de 4 a 20 semanas en función de la tasa de anticuerpos pasivos transmitidos por el calostro materno y del formato de la raza considerada. Sin embargo, como subraya un reciente artículo de la "Dépêche Vétérinaire (nº 533 del 24 de Enero de 1998), la parvovirosis no es una fatalidad gracias a la aparición en el mercado de kits de diagnóstico precoz , de vacunas monovalentes supertituladas y de nuevos medios de tratamiento paliativo.

*Los vicios o defectos redhibitorios son aquellos que dan derecho al comprador a devolver el objeto comprado por causa de algún defecto oculto, existente al tiempo de la adquisición y que lo hacen impropio para su destino.
 
JOAN FERRER i SIRVENT
LA BORDA D'URTX 17538 URTX (Girona)
CATALUNYA
Telf: +34-629-613399
e-mail: joanferrer@labordadurtx.org