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LIMENTOS ABSOLUTAMENTE PROHIBIDOS PARA LOS PERROS
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EL CHOCOLATE.- El chocolate en sus distintas presentaciones contiene una sustancia amenazadora llamada teobromina, que es tóxica para muchos animales. El tamaño del perro también es un factor relevante, siendo el efecto de la teobromina inversamente proporcional a su peso, por lo que su toxicidad se mide en miligramos de teobromina por kilogramo de peso corporal. Bastan tan poco 100 mg. de teobromina por Kg. de peso, para causar al perro una intoxicación gravísima que puede comprometer seriamente su vida.

El animal intoxicado puede tardar horas e incluso días en presentar los síntomas característicos del envenenamiento por teobromina, y lo peor, es que la mayoría de las veces el propietario, por puro desconocimiento, no asociará el malestar del perro con el chocolate que le dio días antes.

Podría suceder que el perro encontrara el chocolate por su cuenta. Tanto en este caso como en el anterior, los signos que nos pueden ayudar a determinar si el perro se ha intoxicado con teobromina son los que enumeraremos seguidamente, además de cualquier otra conducta extraña que podamos catalogar como anormal.

La sintomatología específica de la toxicosis por teobromina es la siguiente: hiperactividad; incremento del ritmo cardio respiratorio; puede provocar arritmia cardiaca, especialmente si el animal está excitado, la que puede derivar en un infarto de miocardio que puede ser fatal; disminuir el envío de sangre hacia el cerebro; pérdida de conciencia (estado semi-comatoso o coma profundo); vómitos, irritación del tracto gastrointestinal, diarreas; síntomas neurológicos (temblor y convulsiones); incontinencia urinaria, y, en algunos animales, puede causar hemorragias internas, las que, en algunos casos, producen la muerte en el lapso aproximado de un día. Los perros con problemas de salud, especialmente aquellos que sufren de epilepsia, son más susceptibles a la teobromina, la cual puede ocasionar ataques epilépticos en perros con predisposición a dicha enfermedad.

Es un hecho que cuando más oscuro sea el chocolate, más cantidad de cacao lleva y mayor es su cantidad de teobromina y, por lo tanto, más tóxico es. Debido a esto, podemos decir que el chocolate blanco provoca menos problemas que el oscuro, pero de ningún modo debemos considerarlo seguro.

La teobromina permanece en el torrente sanguíneo entre 14 y 20 horas. Es una sustancia que el hígado tarda mucho tiempo en eliminar. Se debe inducir el vómito dentro de las dos horas posteriores a la ingestión, a menos que el perro esté en coma o haya perdido el reflejo de vomitar. Si el perro ha ingerido una cantidad considerable de chocolate, o si presenta alguno de los síntomas mencionados, se ha de llevar al veterinario sin demora. Si no tuviera síntomas graves, se le ha de administrar carbón activado. La teobromina no absorbida se adhiere al carbón activado y se elimina a través de las heces.

CANTIDADES LETALES DE CHOCOLATE SEGÚN EL PESO DE LOS PERROS

peso (kgs.)
chocolate con leche (grs.)
chocolate amargo (grs.)
teobromina (mgs.)
2
113
14
200
4
225
28
400
9
450
70
900
14
900
92
1300
30
2270
241
3400
etc.
etc.
etc.
etc.

AZUCAR.- El azúcar, en la forma que sea (algunas frutas como el melón o las uvas tienen un alto contenido en azúcares), y todos los dulces producirán a la larga enfermedades de distinta índole, entre las que cabe destacar el glaucoma, caries, diabetes, indigestión y obesidad. Además, daña el hígado porque el perro no metaboliza el azúcar como nosotros.

SAL.- El exceso de sal (patatas fritas, galletas saladas, la mayoría de guisos caseros, etc.), derivará en complicaciones renales.

NUECES.- Son tóxicas para los perros. Muchas variedades de nueces son perjudiciales por su alto contenido de fósforo, que puede producir cálculos a la vesícula. Además los frutos secos en general producirán problemas hepáticos.

CEBOLLA.- Se ha demostrado que la cebolla, sobre todo cruda, es causante de anemia hemolítica en el perro. Un consumo excesivo de cebolla ocasiona la formación de "cuerpos de Heinz" en los glóbulos rojos circulantes, lo que conducirá al desarrollo de esta anemia que puede ser mortal en los casos graves. El componente tóxico de la cebolla es el n-propil disulfida. Los signos de anemia hemolítica producida por los efectos tóxicos de la cebolla incluyen diarrea, vómitos, depresión, aumento de la temperatura y oscurecimiento del color de la orina. Los vómitos y la diarrea pueden ser inmediatos, pero el resto de la sintomatología aparece, habitualmente, entre uno y cuatro días después de la ingesta de cebolla. Si se sospecha la presencia de toxicidad por cebolla, deberá buscarse inmediatamente la ayuda de un veterinario. A muchos perros les gusta el sabor de la cebolla, y pueden consumir grandes cantidades si se les da la oportunidad. Por lo tanto, sólo se deberán administrar pequeñas cantidades de cebolla a perros, y no debe esperarse que tenga ningún efecto sobre la infestación de pulgas.

PATATAS.- Ha habido casos de intoxicación por consumo de patatas tanto en seres humanos como en perros. Los alcaloides pueden hallarse en los brotes y piel verdes, que se producen por exposición de los tubérculos al sol durante su desarrollo o después de la cosecha. La probabilidad de intoxicación es relativamente escasa, debido a que la solanina se absorbe poco y se hidroliza, formando un compuesto menos tóxico cuyos metabolitos se eliminan rápidamente. La patata hervida y el puré de patatas son sabrosos y, además, muy nutritivos y digestibles para su perro.

PIEL DE PAVO
.- Se cree que es causante de pancreatitis aguda en el perro.

HUESOS.- Los huesos, especialmente los de aves, conejo, cordero y en general aquellos que se pueden astillar, son un peligro potencial ya que pueden perforar distintas partes del sistema digestivo.

LECHE Y SUBPRODUCTOS LÁCTEOS
.- A los perros en su mayoría les gusta el sabor de la leche. La leche y otros subproductos lácteos constituyen fuentes excelentes de calcio, proteínas, fósforo y de varias vitaminas, pero su ingesta excesiva puede producir diarrea en animales jóvenes y adultos. La leche contiene un azúcar simple, la lactosa. La lactosa requiere su descomposición en el tracto intestinal de la enzima lactasa. Algunos perros no producen cantidades suficientes de lactasa para descomponer la gran cantidad de lactosa presente en la leche. La insuficiencia de lactasa origina una incapacidad para digerir totalmente la leche y ocasionará como consecuencia diarreas y trastornos digestivos.

Los productos lácteos como el queso, suero de leche y el yogurt contienen niveles de lactosa inferiores a la leche; aunque estos productos se pueden tolerar con mayor facilidad, también pueden producir diarreas y desequilibrios dietéticos. La mayor parte de los animales pueden tolerar y disfrutar con una taza de leche ocasionalmente, pero como ocurre con todos los suplementos, la costumbre de darles leche debe estar estrictamente limitada.

Los productos lácteos no deben utilizarse como una fuente complementaria de calcio o proteínas. El exceso de calcio en la dieta puede contribuir a desarrollar trastornos en el esqueleto en perros en crecimiento y, contrariamente a lo que se venia creyendo, no es útil para prevenir la eclampsia en las perras lactantes. Aunque los productos lácteos proporcionan proteínas de alta calidad, pueden tener deficiencias y excesos de otros nutrientes que pueden contribuir al desequilibrio dietético si se añaden grandes cantidades a una dieta de por sí adecuada. También se cree que la proteína de la leche es uno de los cuatro productos alimenticios más importantes que producen alergia a los perros.

 
JOAN FERRER i SIRVENT
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